10 excusas que usan los hombres para dejar a una mujer | Solo listas

10 excusas que usan los hombres para dejar a una mujer

Muchos hombres recurren a excusas bastante típicas para dejar a una mujer o para terminar una relación. Precisamente aquí les presentamos una lista con las 10 excusas más comunes.


Además te dejamos una serie de excusas para no ir a una cita, que seguro te salvan de algún que otro compromiso.

1 - Alguien mejor

Cuando un hombre no sabe qué decir para terminar una relación, suele ser común la frase: “te mereces a alguien mejor que yo.”

2 - Soy yo

Para dejar a una mujer, es más rápido echarse toda la culpa de lo sucedido. En este caso, el hombre recurre a la frase “no eres tú, soy yo”.

3 - Eres demasiado buena

Probablemente la mayor mentira que utilizan los hombres para abandonar a una mujer es decirle “eres demasiado buena para mí”. Si así fuera, no habría razón para terminar una relación.

4 - No sé qué me pasa

Para no herir a una mujer, el hombre suele echarse la culpa de los problemas de la relación. En estos casos, la frase “no sé qué me pasa” es habitual.

5 - Te quiero como amiga

Los hombres también recurren a la amistad para dejar a una mujer. En esos casos, ellos emplean la frase “te quiero como a una amiga”.

6 - Homosexualidad

Muchos hombres afirman ser homosexuales para terminar con una mujer. Sin embargo, a veces esto suele ser una gran mentira.

7 - Tiempo para uno

A veces, los hombres suelen argumentar que el exceso de relaciones en sus vidas no les ha permitido dedicarse un tiempo para ellos. “Vengo de relación en relación y no he tenido tiempo para mí”, es la frase con la que se explica mejor esta excusa.

8 - Matrimonio

En ocasiones desesperadas, un hombre puede inventar que es casado simplemente para que una mujer no lo busque más.

9 - Viaje

Como último recurso, algunos hombres inventan un viaje por trabajo o de emergencia para terminar rápidamente con una relación.

10 - Religión

Algunos hombres recurren a pretextos religiosos para evitar relaciones indeseadas. “Mi religión no me lo permite”, es una frase habitual en estos casos.

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