En 1986, el mundo fue testigo del accidente más costoso de la historia. Se le considera la catástrofe socioeconómica más grande de nuestros tiempos. El 50% de el área urbana fue contaminada e inhabitable hasta estos días, 200 000 personas tuvieron que ser evacuadas y más de 1 millón afectadas directamente. 200 mil millones de dólares se han calculado en limpieza, restablecimiento y remuneración a las víctimas.

Fue el primero de los transbordadores espaciales de la NASA en cumplir misiones fuera de la tierra. Sólo necesito de poco más de 1 minuto para desintegrarse y destruirse al reentrar a la atmosfera terrestre en el 2003 acabando con la vida de siete tripulantes. La búsqueda y posterior recuperación de los restos de la nave costaron 300 millones de dólares.

Eran inicios del nuevo siglo y el petrolero Prestige llevaba 77 000 toneladas de aceite combustible cuando uno de sus doce tanques estalló durante una tormenta en las costas de Galicia. Las autoridades forzaron a la nave a alejarse lo más posible de las costas. El petrolero fue partido en dos por una tormenta y la nave derramó 20 millones de galones de aceite al mar.

Otra desgracia espacial ocupa la lista al Challenger. Sólo le demoró 73 segundos en explotar. La detonación se debió a que no se pudo sellar uno de los empalmes de la nave, haciendo que el gas a presión alcanzara el exterior. El costo de investigación, la corrección del problema y el reemplazo del equipo perdido tuvo un coste de 450 millones de dólares a partir de 1986-1987 (1 mil millones en dólares de hoy).

Fue la plataforma petrolera más grande del mundo produciendo unos 317 000 barriles por día. A fines de los 80’s, los técnicos quitaron y comprobaron las válvulas de seguridad para la prevención de la acumulación peligrosa del gas líquido. Fueron comprobadas 100 válvulas de seguridad idénticas. Por error, se olvidó substituir una de éstas. Pasada la noche, la plataforma se incendió matando a 167 personas.

Su derramamiento no fue espectacular como en otros casos. El detalle era lo costoso del traslado debido a que el barco se encontraba lejano a las costas (accesible solamente en helicóptero y barcos). En 1989, 10.8 millones de galones de aceite fueron derramados cuando el dueño de la nave, Joseph Hazelwood, perdió los controles y el barco chocó contra un arrecife. El costo de limpiza fue de 2.5 mil millones de dólares.

El bombardero B-2 colisionó poco después de su despegue en una base aérea en Guam en el año 2008. Los investigadores señalaron que lo que ocasionó este terrible accidente fueron los datos erróneos en los mandos de vuelo de las computadoras causados por la humedad del sistema. ¿Hubo víctimas humanas? Felizmente no, los pilotos lograron salir ilesos al saltar a tiempo.

Otra desgracia ocurrió en el 2008 cuando California sufrió uno de los peores accidentes de tren en su historia. Un tren de las cercanías de Metrolink se estrelló de frente contra un tren de carga en los Angeles. Se pudo haber evitado si el conductor de dicho tren no hubiese estado distraído leyendo sus mensajes de texto. El saldo final: 500 millones de dólares en pérdidas y 25 víctimas humanas.

En el 2004, ocurrió un espectacular accidente al colisionar un coche contra un camión cisterna que contenía 32.000 litros de combustible en el puente de Wiehltal en Alemania. El camión cayó de una altura de 90 metros causando una gran explosión que destruyó al puente. El costo para sustituir al puente se estimó en 318 millones de dólares.

Y para cerrar la lista no podía faltar el accidente más famoso y mediático de la historia contemporánea. El Titanic se hundió en medio del mar en su viaje inaugural, causando la muerte de 1 500 personas al colisionar con un iceberg. La construcción del barco costó 7 millones de dólares ($150 millones en dólares de hoy).