Nada más y nada menos que 30 litros de agua diarios se ahorran, de media, con el lavavajillas. Además, los platos quedan más limpios. Eso sí, el ahorro es mucho más significativo si se trata de electrodomésticos de bajo consumo.

Aunque es verdad que volver a encender la calefacción supone un pico de gasto, a la larga, el ahorro se nota. Además, es recomendable regular el termostato a 20º, puesto que aumentarlo un solo grado supone un 7% más de gasto de energía.

Si eres de los que piensa así ve cambiando tus costumbres porque gasta, y mucho, concretamente, hasta el 5% del presupuesto anual de un hogar medio.

Entre el 25 y el 30% de la energía en calefacción gastada en los hogares sirve para cubrir esas pérdidas de calor por las rendijas de las ventanas. Los sistemas de doble ventana o cristal doble ayudan a reducir considerablemente esa pérdida.

Este falso mito es similar al que ya hemos explicado sobre apagar y encender la calefacción. Hay muchas formas de ahorrar en iluminación: bombillas de bajo consumo, apagar los fluorescentes cuando no los necesitemos... eso sí, si se encienden y se apagan constantemente su vida puede acortarse.

Las vitrocerámicas gastan nada más y nada menos que cuatro veces más que las cocinas de gas.